viernes, 28 de marzo de 2008

Tú, Catedral de la Incoherencia



En silencio te ofrecí todo aquello que que desaba que me dieras tú, porque las carcajadas de tu orgullo e inmadurez silenciaron mis sentidos y los tuyos... esos que nuncatuviste, pero que imaginaste sentir.

Disculpa si te ofendí, si no es así y me estoy equivocando, pero tu nunca te dignaste a demostrarme lo contrario, sin embargo yo soy deudor de mis propios sentimientos porque te dí más de lo que tenía, más de lo que sentía, más de lo que tú te rehusasre a sentir.

Si no querías atarme a tí ¿por qué te atabas tú a mí?... ¿por qué me cortabas las alas, evitando que yo pudiese volar a otros brazos?, brazos cálidos, no la frialdad que tu cuerpo me podía ofrecer. Disculpa si vuelvo a ofenderte, pero la sinceridad es mi único escudo ante tu incoherencia.

Díjiste ver en mí a alguien diferente, lo que no pudiste notar u olvidaste es que no desigual a los demás, simplemente soy distínta a tí.

No solo tú fuiste culpable, debo admitirlo, yo al igual que tú, cometí errores, me enamoré de lo que creí que eras y nunca fuiste; tan solo existías en la fantasía que creé en mi subconsciente para suplir mis necesidades. Por tu parte nunca supiste lo que buscabas, pues nunca te encontraste tú.

Pensar que tantas veces hurtaste mis sueños, para luego volverlos bada. Para demostrarme una y otra vez tu inconsecuencia.

¿Sabes?, ya no sé si reir o llorar cuando tratas de fingir que eres felíz, a pesar que tu amiga LA SOLEDAD sea la única que no se haya hartado de tu teatro, de tu repetido simulacro, de tu papel de mártir. Perdona, pero observa a tu alrededor... ¿dónde están todos?, ¿dónde estoy yo? ; hablas del ”qué dirán los demás”,

¿Dónde están los del qué dirán?...ya nadie está pendiente de tu novela, ya que gracias a tu sensatez cada día hay más soledad a tu alrededor y por consiguiente más “FELICIDAD” en tu corazón.

Disculpa si continúo ofendiendote, pero la sinceridad es mi único escudo ante tu incoherencia.

Te Ví Nacer. Te Vi Morir


Dirás que soy un poco torpe o distraída, pero no recuerdo el año, el mes ni el día. Sólo sé que te vi morir.

Sabía que algo en mí crecía, pero nunca imaginé que eras tú, nunca imaginé que llegaría a ser tan fuerte. Con el tiempo acepté lo que me estaba pasando, fue maravilloso, era la primera vez que me sentía así. Era una sensación, una encrucijada entre lo perfecto y lo imposible; entre lo irracional y lo sensato; entre lo lógico y lo descabellado. Pero me gustaba.

Te ví nacer, lástima! Que no recuerdo como fue. No me diste oportunidad de elección, ya no importa, de cualquier modo huniese elegido lo mismo que tú. Asomaste tu pérfil y ahí me dí cuenta de que eras tú, de que existías y estabas en mí. Borraste mis idelogías y yo que tanto presumía de ellas, ¿para qué?, si a quema ropa las eliminaste y te ofrecí mi mayor demostración de indominio. Pero me gustaba.

Y contigo emergieron un mundo de cosas jamás pensé que se encontraban ahí dentro, en mí. Se despertaron mis instintos de mujer, mis deseos de placer. Pudo ser extraño y confuso, puede que no haya valiedo la pena y luchar, algo estúpido. Si tu prósito era vivir, ¿por qué me legiste?, si sabías que nada te podía ofrecer, ¿acaso eres masoquista?, no lo sé, ni quisiste responder. Pero me gustaba.

Naciste, sí lo hiciste, y justo cuando querías; pero también pude ver que viviste sólo hasta donde tuviste fuerzas, hasta donde pudiste aguantar a tí mismo. ¿Y sabes...? dejó de gustarme, por el contrario, comenzó a agobiarme y tú y él, llegaron a hartarme.

¡Hey! Dirás que soy un poco torpe y distraída, además agregale estúpidas, pero no recuerdo el año, el mes ni el día... y el momento, mucho menos. Solo sé que te vi morir.

Tu muerte fue miel rebalando en mi graganta y me endulzó hasta el alma; el luto de tu murte fue mi gloria y libertad. Y me gustó.

lunes, 24 de marzo de 2008

Te Regalo


Te regalo mi melancolía; te regalo cada verso que inspiras, mi nostalgia y mi última caricia. Te pido esa lágrima que nunca has derramado, el suspiro que nunca ha existido y el instante que ni llegamos a vivir.

Te regalo el beso que negaste un día, la palabra que quise escuchar de tus labios y aquello que nos faltó para ser perfecto; te regalo mi realidad porque mis fatasías se fueron contigo; te regalo cada recuerdo que me habla de tí, todo lo que me enseñaste y luego olvidaste. Te pido un fragmento del sueño que nunca soñamos; te pido el silencio que tus labios me mostraron y la paz que tu cuerpo me robó.

Te regalo mi universo, el día en el que más te amo y todo lo que no tengo; te regalo mi sonrisa, las alas que me enseñaste a explayar y todo aquello que no logramos alcanzar. Te pido lo que tantas veces te negué, lo que no pudimos realizar y lo que evitamos ser.

Te regalo la noche que no me diste, el poema que me falta por escribir y las dudas que rondan mi cabeza. Te pido la mirada que eludiste, otra razón para no amarte y la excusa exacta para quererte más.


Te regalo todo lo que has vivido.
Te pido aquello que nunca has exigido...

La Vía Hacia La Autenticidad


Todos me juzgan por tratar de ser diferente, me llaman extraña por no ser igual a ellos,de mi deseo en buscar la vía hacia la autenticidad se burlan sádicamente.Esta maldita sociedad que sacraliza la hipocresía,en la que mi autenticidad es locura,donde se debe caminar por donde lo hacen todos; aquí, donde ritualizan la zalamería...es donde maldigo vivir.

Aquí todos saben todo,sin saberse a sí mismos; y si tratas de conocerte te excluyen.Tu vestidura puede hablar más que tu conciencia,pues la etiqueta de tus jeans, equivale al grado de tus conocimientos.

Aprender a quitarse las máscaras es enfrentarse al mundo, es ganarse el odio de los enmáscarados y esos, son todos los que te rodean.

Apariencia es la palabra perfecta, el arquetipo de todos.
Ser el arquitecto de tu destino es una paranoia, lo sensato sería seguir lo senderos de lo demás, y esa, es para ellos, la única manera de triunfar.

Ya tus palabras serán un discurso paradójico, pues lo realmente lógico entre ellos es imitarse uno al otro; y que las expresiones de todos sean las mismas, adulandose mutuamente.

Doy gracias por ser ignorada; si lo hubiesen hecho, entonces sería esclava de lo normal; prefiero este apartamiento en mi locura que empuja a seguir siendo como soy y no que otros quieran verme ser, y así puedo hablar con la autoridad que me da ser particular y enfrentarme a este mundo hostil y adverso que todos eligen sin saber por qué.

El gran dilema de esta sociedad radica en: ser como todos o ser difernte y marcar la diferencia, aunque este último te conlleva al anatema de ser extraño frente a los que te rodean.

Elija usted mi lector donde se encuentra su conciencia.

Carta Para Un Angel

Para tí, Abuela:
Hola!!!

Perdoname si tardé mucho para escribirte, pero es que a veces siento que mis palabras son tan insignificantes ante la presencia de tu espiritu. Eres mucho más que todo eso que dicen de tí.

Hasta ahora logro comprender ese adagio popular que dice que “nadie sabe lo que tiene sino hasta que lo ve perdido”, por que todo el tiempo que estuviste a mi lado, fueron pocas las veces en las que te dije que tan importante eras en mi vida; quizá no lo hice porque estabas a mi lado y nunca me detuve a pensar que algún día me faltarías. Aún así mis recuerdos te mantienen viva.

El amor que te tuve y que aún está vivo en mí, es tan inmenso que que no existen palabras para precisas para dimensionarlo, creo que empecé a quererte mucho antes de haber nacido; cuando cada mañana ibas a la iglesia a rogarle al Señor por mí, cuando pasabas horas rezando para que yo naciese niña.

Luego cuando al fín llegué a este mundo, pasabas largas horas frente a mi cuna; desde ese momento y talvez desde antes, fuiste mi protectora, quien velaba mis sueños, la que lloraba por mis sufrimientos.

Recuardo cuando era niña... como te encantaba jugar conmigo, apoyar mis travesuras y pasar las tardes contandome aquellas anéctotas sobre tu vida, aunque algunas me paresieran aventuras falaces.

El tiempo no perdona y los años fueron pasando y yo fui creciendo..., y tu fuiste envejeciendo, ya la infancia había acabado, ahora era un poco más mujer y me parecía más a tí.

¡¡¡Que irónica es la vida!!!, ahora era yo quien cuidaba de tí; quien te alimentaba, te bañaba, te vestía, te hacía cuentos y hasta te hablaba de tecnología; y aunque a veces no entendieses nada o no te importara lo que con tanta emoción venía a contarte, solo guardabas silencio y me escuchabas. Ahora parecías ser tú la niña; ahora era yo la que saltaba de emoción cuando lograbas recordarme y decir mi nombre.

Recuerdo aquel día (10/08/03), cuando entré a tu habitación y me reconociste al instante, supiste que era yo, tu nieta, la que tanto querías y tanto te quería a tí; pasamos toda la mañana jugando como cuando yo era una niña, ¿¿¿recuerdas???. Quien diría que sería la últiam vez que te vería sonreir. Luego me marché a casa, pero algo en mí sabía que tendría que volver, y regresé aquella tarde. Cómo imaginar que precisamente aquella tarde de labios de mi madre, iría yo a escuchar esas palabras que me aterraron tanto y que asesinaron una parte de mí.

--Se está muriendo Antonia!!! – Gritó mi madre--
Y me heché a correr hacia tu habitación y subí a tu cama para estar a tu lado,pero estabas fría, con los ojos cerrados y tu corazón a penas podía latir; te llamaba, pero parecías no escucharme, ya estaba ausente tu alma de tu cuerpo.

Desde ese día abandonaste el mundo de lo vivos, de los crueles, en donde debemos ser clentes VIP del Banco de Favores, o simplemente no somos nadie. Desde aquella tarde me dejaste sola y no dijiste adiós.

Sé, que aunque tu cuerpo no esté junto a mi, tu alma guía mi camino cual gurdián a su amo y tu espiritu está pintado en el mío con tinta indeleble.


Siempre Tuya,
Tu Nieta.

Metamorfosis

Desperté y me di cuenta de que tan solo las cuatro paredes de mi habitación ataviaban mi cuerpo; estaba sola con el alma rasgada, con la piel intacta. Sentía que me habían ultrajado, mancillado, estrupado; pero no, no había señal de esto, entonces llegó la interrogante: ¿qué me sucede?. Me lancé a buscar ayuda, nadie respondía, solo el silencio emulaba mis gestos. Me sentía extraña. Luego escuché una voz, una voz satírica que se burlaba de mí y no lo soporté más... y le pregunté:

--¿Quién eres?
--Aún ni logras adivinarlo – respondió esa voz que perturbaba mis sentidos
—Soy la metamorfosis de tu entorno, ayer fui tu compañía, tu felicidad; hoy soy todo lo que rodea, ¿Sabes qué te rodea?... LA SOLEDAD y tu miedo hacia ella.

Quiero...



Quiero ser para tí, algo más que una caricia y algo más que una canción de amor.

Ser más que un beso e ir más alládel infinito; ser la sonrisa de tus labios y el llanto de tus ojos.

Quiero ser la mitad de tu corazón y entregarte el mío por completo; quiero ser quien guarde tus sueños y enterrarte en los míos para no separarme de tí.

Quiero ser lo que más te importe, lo que más recuerdes y lo que menos menos puedas olvidar. Quiero ser el poema que nunca has escrito por temor a lo que pudieras expresar.

Ser el ´´te quiero´´ más profundo y el enojo que un día supiste callar; ser tanto, que no puedas tenerme y tan poco que tengas de más.

Quiero ser todo lo que puedo darte o al menos un poco de lo que significas para mí.

Quiero ser el comienzo y el infinito, pues esta historia no pretende terminar. Quiero entregarme como algo más que una mujer; quiero ser : amiga, madre y tu amante.

No busco ser la locura que nunca has cometido, pero sí realizarla otra vez; Quiero ser la mujer que nunca has vivido y serla hasta el cansancio y después, volverlo a repetir.

Quiero, siendo fantasía o movimiento, angel o demonio, caricias o desprecios, malvada o disfrazada de bufón... lo que a cada instante quieras verme ser.

martes, 11 de marzo de 2008

A tí... Madre



Te armaste de valor, te vestiste de fortaleza y comenzaste tu narrativa.
Desentumaste tu historia, tus cicatrices, que son tan tuyas que las curaste sola, te colgaste una armadura e iniciaste con aflicción tu hiriente semblanza.

Sentiste dolor, pero luego la paz llegó a ti; hurgaste en tu herida y entregaste tu verdad, puede que no haya sido un cuento de hadas, pero sí tu realidad.

Tan especial eres, que no eres perfecta para que ellos, tus hijos, puedan merecerte; tan sútil y batalladora, que a tus pies han de caer tus propias lágrimas, pero el coraje de mujer y de madre. jamás.

Muchos divorcian sus labios y juzgan tus actos, mas que equivocados están, porque "la pureza no está en el casto, ni la dignidad está marcada por el sexo" . Tu grandeza va más allá de los prejuicios banales, porque es en la mente donde tienen lugar los grandes pecados y virtudes del mundo; y en tu memoria, las batallas libradas ensombrecen tus faltas.
No somos tanto que no podemos ofrecer un poco más a quien nos dió tanto y sin mezquidad.

Hoy "SOMOS" , gracias a que ella, la que verdaderamente se le puede llamar MADRE, un buen día, conoció una verdad, y decidió luchar, y nos dió y nos da hasta sangrar... y nos ama hasta lacerar, sufrir. llorar de tanto amar.